Microorganismos víricos

El virus es un agente infeccioso microscópico que sólo puede multiplicarse dentro de las células de otros organismos. Los virus infectan todos los tipos de organismos, desde animales y plantas, hasta bacterias y arqueas. Los virus son demasiado pequeños para poder ser observados con la ayuda de un microscopio óptico, por lo que se dice que son submicroscópicos.

Los virus se diseminan de muchas maneras diferentes y cada tipo de virus tiene un método distinto de transmisión. Entre estos métodos se encuentran los vectores de transmisión, que son otros organismos que los transmiten entre portadores. Los virus vegetales se propagan frecuentemente por insectos que se alimentan de su savia, como los áfidos, mientras que los virus animales se suelen propagar por medio de insectos hematófagos. Por otro lado, otros virus no precisan de vectores: el virus de la gripe (rinovirus) se propaga por el aire a través de los estornudos y la tos y los norovirus son transmitidos por vía fecal-oral, o a través de las manos, alimentos y agua contaminados. Los rotavirus se extienden a menudo por contacto directo con niños infectados. El VIH es uno de los muchos virus que se transmiten por contacto sexual o por exposición con sangre infectada. No todos los virus provocan enfermedades, ya que muchos virus se reproducen sin causar ningún daño al organismo infectado. Algunos virus como el VIH pueden producir infecciones permanentes o crónicas cuando el virus continúa replicándose en el cuerpo evadiendo los mecanismos de defensa del huésped. En los animales, sin embargo, es frecuente que las infecciones víricas produzcan una respuesta inmunitaria que confiere una inmunidad permanente a la infección. Los microorganismos como las bacterias también tienen defensas contra las infecciones víricas, conocidas como sistemas de restricción-modificación. Los antibióticos no tienen efecto sobre los virus, pero se han desarrollado medicamentos antivirales para tratar infecciones potencialmente mortales. ;

 

En este proyecto se ha determinado el espectro de acción de prototipos SANIERS diseñados para desinfectar biberones sumergidos en agua mediante ozonización. De acuerdo con el objetivo del prototipo SANIERS, en el espectro de actividad antimicrobiana se han incluido cepas bacterianas que podrían producir trastornos gastrointestinales y de salud en general por vía oral. El prototipo de ozonización SANIERS resultó altamente eficaz a la hora de desinfectar agua contaminada con diversas especies bacterianas en suspensión. Un solo ciclo de 10 minutos de ozonización fue suficiente para reducir de 5 a 6 logaritmos la carga bacteriana, lo cual se sitúa por encima incluso de las exigencias establecidas por la agencia AFNOR sobre actividad de Antisépticos y desinfectantes (AFNOR, Antiseptiques et désinfectants: Normes et reglementation). De igual modo, la actividad del ozonizador resultó eficaz frente a hongos y levaduras, partículas víricas, e incluso frente a esporas de Geobacillus stearothermophillus. En este último caso, fue necesario aplicar dos ciclos de ozonización de 10 minutos para conseguir la desinfección. A continuación se muestran los resultados obtenidos. Las tablas reflejan los recuentos de bacterias obtenidos antes y después de la ozonización en tres experimentos independientes.

 

 

 

Bacteriofago lambda

 

Bacteriofago lambda

El fago λ o bacteriófago lambda es un virus que infecta a la bacteria Escherichia coli; descubierto en 1950.1 Se trata de un virus complejo de DNA lineal bicatenario. Los extremos de su material genético son cohesivos y ello hace que tras la infección su genoma se haga circular, comportándose, en caso de seguir un ciclo lisogénico, como un plásmido y aprovechando las enzimas de la recombinación de la bacteria para integrarse en el genoma de ésta. El fago no tiene por qué integrarse, y de hecho es más habitual que se comporte como un virus de ciclo lítico.

En el ciclo lisogénico, el virus utiliza las enzimas de la recombinación (véase intermedio de Hollyday) para insertarse en un punto concreto del genoma de la bacteria. En este estado, el virus se replica cuando lo hace la bacteria, pasando su genoma a las réplicas de E. coli. Además, una bacteria que posea ya un fago integrado no puede integrar otro, ya que el virus se introduce en un lugar concreto del cromosoma bacteriano.

El virus sintetiza a partir de su genoma el represor CI, que inhibe la expresión del resto de sus genes. En condiciones de estrés celular, la bacteria activa el sistema de respuesta SOS. Una de las enzimas que intervienen en la respuesta, Rec A (que también interviene en la recombinación) actúa inhibiendo la actividad del represor CI, lo que desemboca una respuesta en cascada que hace que el virus integrado pase a la vía lítica.

El ciclo lítico es la forma más habitual de actuación del virus al infectar la célula, y también es la vía que sigue al final del ciclo lisogénico. En ella se producen partículas virales que son liberadas al medio una vez que la bacteria hospedadora es lisada, matando a la bacteria en el proceso.

El virus replica su genoma circular empezando por un punto de éste, y desenrollando sólo una de las dos hebras. El resultado es un genoma lineal muy largo, consistente en una gran cantidad de repeticiones del genoma original de forma seguida, lo que se conoce como concatémero. El virus también sintetiza las proteínas de su cápside, y se ensambla en el citoplasma de la bacteria. Finalmente, la célula es lisada, liberando los viriones al medio.

 

 

Ejemplo de la actividad viricida del equipo ozonizador SANIERS. Calvas de lisis producidas por las partículas de fago lambda presentes en las muestras de agua antes y después de un tratamiento de ozonización sobre un césped de la cepa E.coli K308.

 

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